La sumidad florida de agripalma tiene un uso tradicional en Europa como tranquilizante, especialmente para tratar las palpitaciones de origen nervioso. Por su conocida seguridad, constituye una interesante herramienta terapéutica
La agripalma es una planta herbábea, perteneciente a la familia de las Lamiáceas, originaria de Europa. En su composición destacan los terpenoides como el ajugol y la leocardina, los heterósidos fenilpropánicos como el lavandulifoliósido y los alcaloides como la estaquidrina. En Europa está descrita desde el siglo XV la utilización de la sumidad florida de agripalma para tratar la ansiedad y alteraciones cardíacas de tipo nervioso.
A nivel experimental se han descrito efectos sedantes y una acción inotrópica leve, sin embargo los estudios clínicos destinados a probar su eficacia sobre afecciones cardiovasculares son muy escasos y la mayoría antiguos. Hoy en día tiene una comercialización muy reducida pese a tener un elevado grado de seguridad y a la posibilidad de su registro tanto en forma de medicamento tradicional a base de plantas (MTP), ya que cuenta con monografía de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), como en la de complemento alimenticio (CA).
En un artículo, publicado en la Revista de Fitoterapia, se aclara que la parte aérea de L. cardiaca no contiene el alcaloide leonurina, como afirman diferentes fuentes bibliográficas y que por tanto carece de sentido atribuir a la a la agripalma un efecto emenagogo y estimulante de las contracciones uterinas, efectos relacionados con la leonurina.