Los autores de este trabajo, en su mayoría de Corea del Sur, hicieron una revisión sistemática del tratamiento fitoterápico recomendado en China para el tratamiento del COVID-19 en pediatría. Solo 3 de las 31 provincias de China elaboraron protocolos oficiales de tratamiento a base de plantas para el COVID-19 pediátrico. Una serie de 72.314 casos publicados recientemente por el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades mostró que los niños menores de 10 años representaban solo el 1% de los casos de COVID-19 y otro 1% eran pacientes cuya edad oscilaba entre 10 y 19 años. Además, la evaluación de los casos pediátricos tratados en el Wuhan Children's Hospital (el único hospital en Wuhan, asignado por el gobierno para el tratamiento del COVID-19 pediátrico), también mostró que la mayoría de los niños infectados presentaban síntomas más leves como en comparación con los adultos. Esta puede ser la razón de la falta de pautas emitidas para el tratamiento de COVID-19 pediátrico.
En las guías se encontraron 13 fórmulas a base de plantas de las cuales 12 fórmulas se administraban por vía oral y una de ellas como enema. Las fórmulas recopiladas incluían un total de 56 plantas, de las cuales 23 eran las más habituales (tenían una frecuencia de uso de 3 o más veces).
La frecuencia en las fórmulas de las plantas recomendadas se identificó mediante un análisis de red utilizando Netminer 4.0 (Cyram Inc, Seúl, Corea) que visualizó la relación entre las hierbas en racimos. Las plantas con una conexión más estrecha en comparación con el resto de la red se consideró que pertenecían al mismo grupo.
Según el análisis de red, la raíz de Scutellaria baicalensis, la parte aérea de Artemisia anua, el rizoma de Iris domestica (sin.: Belamcanda chinensis) estaban correlacionadas. Según la medicina tradicional china, estas tres drogas producen un efecto de eliminación del calor y con frecuencia se usan juntas en formulaciones fitoterápicas. La raíz de escutelaria está aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos de China para el tratamiento de enfermedades virales como la gripe, las infeccionrd de las vías respiratorias superiores y la neumonía. La baicalina, principal compuesto bioactivo de la raíz de escutelaria tiene actividad antiviral contra el coronavirus del SARS. Igualmente, la parte aérea de Artemisia annua ha mostrado efectos inhibitorios sobre la cepa de coronavirus del SARS. Además, el rizoma de Belamcanda también se ha utilizado con frecuencia para el tratamiento de las afecciones de la garganta.
Las semillas de albaricoque (Semen armeniacae y de lágrima de Job (Lachryma Jobi) estaban correlacionados entre sí en un segundo grupo. Ambas se recetan juntas a menudo para el tratamiento de las infecciones de las vías respiratorias superiores, ya que ambas tienen, según la medicina tradicional china, el efecto de "nutrir los pulmones".
También se demostró que la parte aérea de Ephedra sinica y el yeso fibroso (Gypsum fibrosum) tienen fuertes conexiones entre sí. Ambos ingredientes forman parte de la fórmula Ma Xin Shi Gan Tang, que a menudo se usa para el tratamiento del resfriado común. Esta fórmula compuesta mayoritariamente por plantas también presenta un efecto antiviral frente al virus de la influenza.
En particular, la semilla de albaricoque fue uno de los ingredientes más comunes en las fórmulas fitoterápicas recomendadas para el tratamiento de COVID-19 pediátrico, en línea con un estudio realizado en Taiwán, en el que fue el ingrediente vegetal más frecuentemente recetado para el tratamiento del asma pediátrica. Además de tener actividad virustática, la semilla de albaricoque inhibe las células Th2, que son importantes para las respuestas inmunes, reduciendo la hiperreactividad en las vías respiratorias.